Dejate caer, a veces no es tan malo. Caer implica llegar al fondo, sumergirse en lo más profundo de los problemas y una vez entonces poder solucionarlos; la única manera de tocar el techo es impulsarse desde el suelo.
Aún duele tanta crueldad, aún me quema esta sensación. Supongo que no estoy hecha para aguantar determinadas cosas, no estoy preparada para lanzarme al mundo y gritar aquí estoy yo.
Me hace falta seguridad, pero no solo en mi misma, seguridad en los demás. Por último parece que el mundo entero es una historia , irreal, ficticia.., parece que todo lo que sucede es surrealista.
Soy demasiado ingenua para creer que las personas por naturaleza son malas, soy demasiado estúpida para aceptar la realidad. Me gusta mi mundo de fantasía, en el que todo es bueno hasta que se demuestre lo contrario, en el que puedes confiar en que si caes siempre habrá personas dispuestas a recogerte, sin embargo puedes correr otra suerte muy distinta y morir pisoteado por las ansias de victoria del resto.
Caigo en la cuenta, cada día más, de que hay que valorarse mucho , tener autoestima no es malo, es totalmente necesario, porque siempre habrá alguien dispuesto a disminuir tu felicidad y no siempre habrá alguien para acrecentarla.
Y aún siendo consciente de que esto es el mundo, el mundo que hemos creado y en el que vivimos , tengo ganas de salir a la calle y sonreirle a la primera persona que se me cruce en el camino, tengo ganas de ayudar a quienes lo pidan y por supuesto ganas de ser feliz.
« Cuando una puerta se cierra se abre un ventanal
No hay comentarios:
Publicar un comentario