| Porque la fidelidad está hecha para los siameses, e incluso a estos les cuesta. |
Cierro los ojos y me dejo llevar por tus movimientos, tus giros y tus bajadas, te acompaño desde mi silencio indiscreto a todos los rincones de esta turbulenta ciudad.
Vigilo tus pasos que me llevan a dar brincos en falsos charcos, intento con desespero limpiar las manchas transparentes en mi vestido de inseguridad, pero hay manchas que no pueden limpiarse , que ni el prodigioso Fairy hace desaparecer.
Supongo que cuando se juntan demasiadas de estas manchas es cuestión de tirar el vestido y comprar uno nuevo, o tal vez aventurarse y probar otras cosas
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