Me cuesta tanto tragarme lo que siento e intentar olvidar, intentar olvidarte.
Es raro , pero creo que me ayuda a armarme de valor todo este dolor, toda la desesperación que estoy cargando a mis espaldas desea gritar tu nombre hasta quedarme muda y no volver a pronunciarlo jamás.
Conscientemente cierro los ojos e intento infligirme todo el daño posible, a la vez, hasta presionar las paredes del torax aguantando las ganas de llorar. No dejarme llevar por lo que siente el corazón, sino por lo que piensa mi cabeza.
Hasta hace poco no me había dado cuenta de lo estancada que sigo en el pasado, me estoy perdiendo mi presente, y sin presente no hay ningún tipo de futuro.
Este mareo de pensamientos que parecen chocar entre ellos intentando ponerse de acuerdo en la dirección que tomar. De hecho me gustaría saber que dirección he de tomar yo también en esta carrera que sin rumbo parece querer llevarme a la perdición.
Y si en la perdición encuentro la felicidad que sin esfuerzo alguno desapareció en el mismo momento en el que volaron tantos recuerdos , tantos sueños no completados que se quedan convertidos en el vaho que echo contra el espejo al levantarme , lavarme la cara y empezar otro día más.
pero, de todo eso no va a haber más, mi vida tiene las riendas sueltas, y yo he decidido arrancarlas, no necesito un camino, y mucho menos seguir el que ya había trazado.
Voy a abrirme a vivir, y dejar el miedo a un lado, voy a dejarme conocer sin miedo a los juicios equivocados.
Voy a sonreír, amar , reír y aprovechar cada segundo.
Y será en compañía de una sola persona
La felicidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario