Tras mucho darle vueltas he llegado a la conclusión de que me he dedicado a no pensar en lo que más miedo me da , he intentado ocultarlo, como si no estuviese ahí realmente.. Pero está.
Supongo que no se puede tener todo lo que se quiere, y no se puede querer todo lo que se tiene, pero nos esforzamos en sobre manera por lograr nuestras metas, y cuando no llegamos a estas nos frustramos y cegamos en ellas. Sería más elocuente admitir que no podemos con todo, no somos perfectos y por lo tanto nuestra vida tampoco, es más difícil pero más efectivo aceptar nuestros errores y los del resto de personas que nos rodean y acaban influyendo en nosotros.
Parece casi imposible cerrar los ojos y simplemente ACEPTAR, que no todo es posible, no es ningún drama; si algo no sale como esperábamos quizá sea porque sale mejor en algún otro aspecto que no conseguimos reconocer..
Supongo que debemos ser menos caprichosos, más realistas..
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