jueves, octubre 13, 2011

Está bien la responsabilidad, la tranquilidad y pasividad, está bien, pero hay momentos en la vida que se nos pide más. Se nos pide una lagrima de alegría que no entraba en la planificación diaria, un sollozo o un gemido que provenga de la parte más racional de nosotros mismos.

Quizá sea necesario tomarnos un poco menos enserio la vida para saber tomarnos enserio a nosotros mismos.. 
Poniendo como punto de partida la niñez y como final la madurez, nuestra vida se resume en caídas constantes; errores, pasos en falso , miedos e inseguridades nos “atormentan“ día a día, nos presionan haciendo que nosotros mismos no exijamos cosas abstractas, nos agobiamos por el hecho de no saber qué queremos, qué somos, para qué estamos aquí.. 
Yo , desde luego no lo se, y dudo que alguien lo sepa,... y en el caso de que si, estoy segura de que no lo ha conseguido cavilando en casa sobre sus oportunidades en la vida, si no que ha saltado a perseguirlas, encontrarlas y aprovecharlas.






“a todos nos hace falta un poco de sur para poder ver el norte“

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