Y que el frío se antoje delicioso cuando , al roce con el suelo, se estremecen todos y cada uno de mis huesos. Las caídas duelen menos y los moretones son de color más claro. El algodón deja de parecer suave y raspa áspero cual papel de lija arrancando antiguos errores de una cadena que parecía imposible de romper. Pero está claro que no existe ningún material indestructible, el plástico se quema, el fuego se apaga , el agua se evapora y las nubes desaparecen en el horizonte.
Solo los sueños son para siempre y no quiero vivir una vida basada en sueños. Solo es posible hacer un sueño realidad trasladándolo a la existencia, y por tanto, a la mortalidad, eliminando su eternidad. Quiero hacer de todos mis sueños mi realidad, que esta realidad sea un sueño real, quiero contradecirme y pensar que la mortalidad es relativa. Quiero que las hojas perecederas no caigan nunca de los árboles y que la primavera dure para siempre.
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