Rojo, el vestido a juego con el carmín de labios recién comprado. Temblabas como si fuera una asesina dispuesta a torturarte con mi vengativa sonrisa; que equivocado estás, si supieras que esto solo acaba de empezar. Que esa mirada que consideras amenazadora no será más que un atisbo amoroso de lo que vas a vivir si intentas volver a mi vida. Te quiero por aqui, pero no tolero tu presencia a más de dos kilómetros de mi piel, he desarrollado alergia a todas tus mentiras y mis lágrimas solo expulsan odio. Ni un ápice de melancolía, ni una pizca de añoranza.
Dicen que cuando el amor no muere, mata. Lo siento, a mi no, con el cuchillo en las manos y las lágrimas llegando a la barbilla se termina lo que nunca debí permitirme empezar. Puede que solo sepa huir de ti, o esté huyendo de mi misma, pero estoy cansada de frenar en seco para dar marcha atrás y al cabo de poco tiempo tener que volver a acelerar. Tengo ganas de bajarme del coche, ponerme el bikini y saltar al vacío para dejarte por fin en otro capítulo de mi vida.
¿ Vivieron felices y comieron perdices ? No, se largó , se bebió una botella de Vodka y se casó en las Vegas con el amor de su vida, el aún se arrepiente de haberla dejado escapar.
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