Se sentía acompañada por una manada de lobos que la perseguían hasta sus orígenes. Pisoteaban sus cuidadosas huellas sin pararse a seguir el largo camino que trazaban en su memoria.
Días soleados llenaban su corazón de esperanzas. Esperanzas que derramaba junto a su almohada en los largos inviernos en los que ,su pobre boca, hacia un esfuerzo por articular sinónimos de sonrisas y atareadas frases para excusar su tardanza, o sus moretones...
Ella no siente la necesidad de un padre que la enseñe a montar en bici, nunca entendió las clases de auto-superación de su madre y mucho menos el empeño de imprimir en ella la viva imagen de quien nunca consiguió ser.
Sus pecas se tornan amargas con cada lágrima que resvala por sus mejillas antes de medianoche, después no. 00:01 y aparece ELLA, pongámoslo en mayúscula. Elimina todo el vaho angelical que la envuelve durante el día y se prende en llamas con todo lo que siente.
Odia y ama a la misma vez.
A todos nos gustaría saber quien es ella realmente, pero supongo que ni en sí misma está del todo claro este concepto. Será la reina de la nada, o nadie entre muchos “alguienes“ en cualquier caso, ella no es de por aquí. No mezcla el pícaro humor con las inocentes bromas de sus amigos. Ella no da besos por compromiso, ni tiene miradas de soslayo.
No es de por aqui
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