domingo, enero 01, 2012

Alice

La cama olía a perfume barato , a ganas de llorar. A día lluvioso, a esmalte de uñas viejo y gastado.
Se levantó dejando atrás todo el remordimiento, se puso en pie y susurró para sí misma: “ hoy será diferente“ 


El café demasiado dulce como para ahogar los recuerdos de esos últimos años sin salir de su habitación. La luz le dañaba al contacto con su piel pálida y tenue. Con una mano se sostenía  la cabeza para no dejar escapar las pocas ideas que le habían ido viniendo a la mente durante sus pocas horas de lucidez y  con la otra agarrando el pomo de la puerta para no permitir la entrada del aire , aire limpio fresco y renovador.





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