domingo, abril 27, 2014

Paso antes por Ecuador que por Canarias.

Y es así como poco a poco, un día te despiertas sin presión en el pecho. Abres los ojos tumbada en la cama y todo da vueltas. Un techo blanco, unas paredes color hueso y la luz que entra por la ventana hacen que vuelvas a cerrarlos. Alargas la mano , coges el móvil y en lo primero que piensas es en ti.
Te revuelves en la cama como si la hora del reloj fuera a retroceder a tu antojo para poder disfrutar de otra hora de sueño, pero tienes que levantarte , ducharte y comenzar un día más, bueno digamos mejor un día nuevo.
Desde hace unos meses ya tus días no son un día "más", un día que pasa, que tienes que soportar, que tienes que aguantarlo para poder volver a la cama. Ahora todos tus días son nuevos, te levantas con fuerza en la mente aunque tu cuerpo esté completamente debilitado.

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