Si Freud despertara, se enamoraría de mi super ego.

A la mierda. Necesito desahogarme porque nada me ahoga. ¿Tiene sentido? Debo encontrárselo, o al menos debo encontrar la funcionalidad del desahogo. Soy estable en la inestabilidad y no hay nada más repulsivo que eso. Antes era una montaña rusa, un huracán y un torbellino se habían fusionado para darme color. Y ahora todo es una película muda que observo mientras protagonizo.
Ahora necesito cambiar más que nunca, necesito romper conmigo misma, o que alguien me rompa. Pero eso es imposible porque ya me he roto tantas veces, he recogido añicos de mi misma y los he pegado con cuidado. He lamido mis heridas miles de veces. Soy una cicatriz gigante. La piel de las cicatrices se endurece con el tiempo. El sol no la agrieta, no la quema, no la corta el cristal. Jo-der- ¿Qué coño? Me quejo porque no tengo nada de lo que quejarme. No se puede ser más egoísta. Me quejo porque tengo suerte, o porque no la tuve y ahora la se buscar.
Necesito hacer algo útil. Necesito ayudar a alguien, ayudar a los demás. Pero no es altruismo es incluso más egoísmo. Quiero sentirme útil, o ver que puedo hacer de este mundo algo más justo pero todo para satisfacer una necesidad personal. Mi personalidad lo requiere, pero no es un sacrificio. Nada es un sacrificio. Firmaría por irme a cualquier parte del planeta, por conocer cualquier rincón de este asqueroso mundo para asegurarme de que no merece la pena existir. Solo me gustaría volverme loca, y solucionarlo. Me gustaría que la cabeza me explotara, pero eso no es posible porque tengo cortafuegos colocados por todas partes. Una reacción incendiaria tendría que venir desde el corazón, pero ese es mi cortafuegos principal. Nada desciende hasta mis entrañas sin haber sido previamente estrictamente analizado por mi mente. Si me hago "daño" es porque quiero. Si "disfruto" es porque quiero. Y si me enamoro es porque quiero. No he dejado nada la arbitrariedad por miedo a que me hiciera daño y ahora que necesito ese daño soy incapaz de sentirlo sin saber que lo estoy produciendo yo misma. Y eso no me vale.