Sería mejor en esta mierda de sociedad. Me han construido como a un monstruo que no tiene más moral que sus propios miedos. Me envuelvo de entornos que suplen mis carencias, pero no son reales. Solo son necesidades impuestas que me veo obligada a cumplimentar. Hago de mi entorno proximo el cielo y el infierno simultáneo. Al fin y al cabo pueden ser lo mismo en diferentes momentos. La cuestión no es solo que me guste quien soy sino que realmente sea eso y no solo una carátula mal dibujada de un estereotipo.
Como todos, me guío por una serie de patrones. Esa chica guapa, inteligente, independiente pero dulce.
Qué asco.
Sabiendo que soy la parte mala de cada una de esas cosas, sensual, estratega, liberal pero débil.
Qué asco.
Sabiendo que soy la parte mala de cada una de esas cosas, sensual, estratega, liberal pero débil.
Despertar duele mucho más de lo que pensaba. Deseo con todas mis fuerzas volver a empezar. Descubrirme por tercera vez a mi misma, sola y necesitada de atención. Conocer donde están mis límites; o lo que es lo mismo, lo que realmente me gusta.
Me desgarro nota a nota mientras intento darle sentido a mi vida al ritmo de Bruce Springsteen.
What do you do to survive?.
Es hora de adquirir un compromiso conmigo misma. Es el momento de abrir el baúl de los recuerdos y empezar a perdonarte quien te han obligado a ser.
Entiende el valor que tienes en el mundo, no te reduzcas a un objeto por mucho que te hayas sentido así en multitud de ocasiones. Te has empeñado en ser un producto del mercado del amor, en cumplir unos cánones estéticos y sacarles el mayor partido posible.
Si atraes, te quieres.
Ahora.
Quiérete y sabrás qué atraer.
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