De todas mis metas ninguna costó tanto, levantarme de la cama y caer en el sopor de la realidad era casi como apostar contra uno mismo en una carrera individual. Quise entender , durante mucho tiempo, el por qué de todo esto; que tonta fui; era irrelevante, actuar por necesidad o por gusto no era la respuesta que yo necesitaba. Siempre inmiscuía en las discusiones de los adultos. Intentaba entender algo que para aquel entonces nono hubiera tenido capacidad. Ahora intenté repetir ese error; me di cuenta a tiempo, de que no importa el como , ni el por qué, solo necesitas saber el quien.
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